miércoles, 24 de septiembre de 2014

PLAGIO


Plagio

Julián Contreras Álvarez

Sentimos una ola
de sangre, en nuestro pecho,
que pasa... y sonreímos,
y a laborar volvemos.

Antonio Machado

"La muerte nos persigue despiadada. Cada nuevo disparo de los dragones acrecienta mi odio a los verdugos, cada niño muerto, cada niña vejada me llaman a levantar mi mano contra ellos. Joven, compañero mío, con la esperanza puesta en que logres encontrar, en estos versos de Machado, alguna respuesta a tu locura, te entrego este libro en recuerdo de nuestra infancia. Joven, compañero mío, me voy a reventar al monte las pesadillas de tus antepasados. Con rabia, siempre mía. Ciudad Juárez, 26 de septiembre de 2014"
Fueron tiempos de polvo, arañas y otros insectos escondidos entre cajas y bolsas con libros bien intencionados (las más de las veces mutilados o de poca monta), llegaron dispuestos a contener la danza de la muerte, sin límite, cuyo paso destrozaba el tiempo arrebatado por las residentes a esa ciudad sin memoria.
Cuando el joven necio se dio a la tarea de organizar el caos levantando junto a los suyos la biblioteca de las y los olvidados, empezó por catalogar cada ejemplar bajo el criterio de la esperanza. El reto era mayúsculo y, a decir de un vecino, de oficio desempleado, francamente un disparate: sin miedo a equivocarse pronosticó que la juventud no alcanzaría para leer los textos (menos aún el contexto) si en verdad se tenía por seria la idea de clasificar de tal manera todo aquello.
El joven lleva meses intentando lo imposible. Le he visto a través de una ventana ávidamente leyendo y redactando fichas bibliográficas; ríe a veces, se estruja los cabellos otras tantas y cuando sus ojos tiemblan, cuando una verdad divina atraviesa sus recuerdos, detiene el trabajo y sale a caminar por la banqueta fumando un cigarrillo.
Los bailes mortuorios no han cesado en cada esquina. gritos llaman a las hijas arrebatas en pedacitos, tan pequeños, rojos todos ellos, que aún debajo de las piedras las buscan escritores y asesinos (¡ingenuos! no caen en cuenta que las lluvias de este invierno los arrastraron a los despeñaderos).
Una de tantas noches de trabajo bibliotecario, el joven dio con sus ojos sobre un libro viejo, de pasta gruesa y forrado con cuero. La textura del volumen lo hundiría en las caricias que no hacía mucho dejaba caer sobre el rostro de la compañera en sueños libertarios. Deslizando la pasta, sus recuerdos temblaron mientras sus ojos atravesaban, al quedar descubierta, la siguiente dedicatoria:
"La muerte nos persigue despiadada. Cada nuevo disparo de los falangistas acrecienta mi odio a los verdugos; cada niño muerto, cada niña vejada me llama a levantar mi mano en contra de ellos. Joven, compañero mío, con la esperanza puesta en que logréis encontrar en el gran Cervantes alguna respuesta a mi locura, os entrego este libro en recuerdo de nuestra infancia. Joven, compañero mío, me voy a reventar al monte las pesadillas de mis antepasados. Con amor, siempre de vuestra parte. Barcelona, 26 de septiembre 1937"
¡Oh, memoria, enemiga mortal de mi descanso! La biblioteca sigue en el olvido, en el intento: La esperanza no ha podido ser ordenada.


martes, 23 de septiembre de 2014

SANGRE EN CHIHUAHUA, 23 de septiembre de 1965

A 49 años del Asalto al Cuartel Madera, les compartimos esta nota de la época.

PANORAMA NACIONAL
( 1 de octubre de 1965, Vol.VI, No.131, REVISTA Política: Quince días de México y el Mundo )

LA NACIÓN

SANGRE EN CHIHUAHUA


"Ellos sabían por qué"Cuadro de Alberto Carlos en homenaje a los caídos en Cd. Madera, 1965.
El 23 de septiembre fue atacado por un grupo de 15 guerrilleros el cuartel militar de Ciudad Madera, Chihuahua, donde se encontraba una partida de 125 soldados, pertenecientes al 1er. Batallón de Infantería. La prensa informó que los asaltantes iban al mando del Prof. Arturo Gámiz y el Dr. Pablo Gómez quienes desde 1963 se habían levantado en armas para luchar contra el mal gobierno del Gral. Práxedes Giner Durán. Según la Secretaría de la Defensa, en el encuentro murieron 8 guerrilleros y 5 militares; 15 de estos resultaron heridos.


El ataque comenzó a las 6.15 de la mañana, minutos antes del alba, cuando parte de la Guarnición de Madera se dirigía, a través de una pequeña explanada, a tomar su primer rancho. Algunos soldados permanecían en el sector del cuartel en el que están las armas. De ahí que, cuando los atacantes dispararon sus armas y los conminaron a rendirse, los que iban a tomar el rancho se lanzaron al suelo para eludir el fuego, mientras los que estaban a cubierto se armaban rápidamente y repelían el ataque.


La  SDN informó que entre los guerrilleros muertos estaban Pablo Gómez, Rafael Martínez Valdivia, Miguel Quiñones, Antonio J. Gaytán, Antonio Escobel Gaytán, Emilio Gámiz, Óscar Sandoval y Arturo Gámiz, todos jóvenes, pues sus edades fluctuaban entre los 18 y los 25 años. Sin embargo, la muerte de Arturo Gámiz no está comprobada. Su madre, que reconoció a su otro hijo, Emilio, niega que el cadáver exhibido sea el de Arturo; también hay personas, dignas de crédito, que afirman haber reconocido a Arturo Gámiz en el cadáver presentado por la tropa en Madera.


Por parte del ejército murieron dos sargentos y tres soldados. "La SDN -dice el comunicado oficial sobre el encuentro en Ciudad Madera- estima que, con la muerte de los principales  cabecillas de este grupo de agitadores, volverá por completo la tranquilidad a aquella región, manifestando además que perseguirá con toda la energía al resto del grupo de asaltantes, hasta su  exterminio total".  


DEMOSTRACIÓN DE FUERZA. El Gral. Tiburcio Garza Zamora, jefe de la 5a. Zona Militar, con sede en la Ciudad de Chihuahua, envío al Lic. Luis Echeverría, Secretario de Gobernación, informes sobre el ataque guerrillero.Le informó que la situación fue controlada con rapidez y que los asaltantes vivos eran buscados por las tropas a su mando. Se prohibió a los campesinos de Ciudad Madera salir de la población.


Por la tarde del mismo día, los cuatro aviones T-33 de la Fuerza Aérea Mexicana que habían ido a Torreón para hacer acrobacias durante el reparto de títulos agrarios que realizó el presidente Díaz Ordaz en Coahuila volaron a Ciudad Madera para auxiliar a la infantería. Aunque se comunicó oficialmente que habían regresado a la Ciudad de México, todavía el día 27 efectuaban infructuosos vuelos de reconocimiento en todo Chihuahua. 


También fueron enviados al lugar de los hechos dos aviones de transporte de la FAM, de los cuales descendieron 68 paracaidistas.Los soldados heridos fueron trasladados en avión a la capital de Chihuahua Uno de ellos, el Tte. Marcelino Rigoberto Aguilar falleció en el Hospital. Las patrullas del ejército que recorrían los alrededores de Ciudad Madera mataron al lechero Rodolfo Domínguez Galaviz, a quien confundieron con un guerrillero.



Solicitantes de tierra llegaron a Chihuahua se hicieron
manifestaciones diarias a lo largo de un mes,
exigían el reparto agrario.
CAUSAS DEL ATAQUE. El Gral Garza Zamora declaró a  la prensa local que el golpe había sido perfectamente dominado. "Estos individuos -dijo- cometieron una equivocación al tratar de amedrentar a una partida militar compuesta por 125 hombres. Seles dio una buena lección, y los principales cabecillas ahí quedaron. Tanto oficiales como tropa se portaron a la altura de su deber; tuvimos que lamentar muertos y heridos precisamente por la heroicidad con que se portaron los miembros del ejército al lanzarse contra los miembros de la gavilla que se encontraban perfectamente emboscados". 


La Procuraduría General de la República envió a los licenciados Arturo García Travesí y Salvador del Toro a investigar lo ocurrido. Las averiguaciones locales estuvieron a cargo del gobernador Giner y del Gral. Garza Zamora. 


Causó sorpresa el hecho de que los guerrilleros hayan realizado un asalto que prácticamente no tenía posibilidades de éxito. En efecto: su escaso número hacía prácticamente imposible que rindieran a una guarnición de por lo menos 125 hombres, y, por otra parte, la huida en el caso muy probable de fracaso presentaba dificultades casi insuperables, puesto que para llegar al lugar más próximo de las estribaciones de la sierra  hay que recorrer mas de medio kilómetro, y por el lado en que se encontraban los dirigentes, la distancia hasta la montaña es de más de dos kilómetros. Sin embargo, pudieron huir, protegidos por algunas construcciones y haciendo fuero intermitente para proteger su retirada. 


El ataque desesperado se explica por la agudeza de las condiciones que privan en el estado y particularmente en la región serrana. Dirigentes campesinos y estudiantiles desde años atrás, el Dr. Pablo Gómez, el Prof. Arturo Gámiz y otros hicieron infructuosas gestiones y encabezaron luchas de masas en defensa de los pisoteados intereses de los campesinos. Los fracasos reiterados y la represión brutal los llevaron a una acción en la cual la muerte era casi inevitable.


"Puesto que era tierra lo que peleaban -sentenció,
dénles tierra hasta que se harten"
SEPULTURA. El ejército enterró a sus muertos con honores. La ceremonia religiosa fue oficiada por el presbítero Roberto Rodríguez Peña, y en ella 21 soldados hicieron una salva de fusilería.


Los ocho guerrilleros estuvieron expuestos al pueblo en el mismo lugar en que murieron; el gobernador Giner no permitió a los campesinos hacerles ataúdes. Dio instrucciones de que se enterrase a los guerrilleros en fosa común. "Puesto que era tierra lo que peleaban -sentenció-, dénles tierra hasta que se harten". 


Como hubo algunos cuerpos de difícil identificación -entre ellos el del propio Prof. Gámiz-, muchos parientes de los guerrilleros acudieron al cuartel para tratar de reconocerlos; otros fueron llevados por la fuerza. Los diarios informaron que los soldados detuvieron a más de cien personas para que declarasen.


DEMANDA DE AUXILIO. Los legisladores de Chihuahua enviaron al presidente Díaz Ordaz una carta en que piden el envío de tropas federales y hablan de supuestos actos de Arturo Gámiz contra el gobierno del Estado. " Considerando que el conjunto de acontecimientos que se han venido suscitando -dice el documento- pone de manifiesto la grave situación que prevalece dentro de esta entidad, y teniendo temor fundado de que dichos individuos (los guerrilleros) persistan en su actitud de franca transgresión a la ley y desobediencia a las autoridades, esta H. Legislatura ha estimado que la situación justifica solicitar la protección de los poderes de la Unión..."


Otros fueron los conceptos del Frente Mexicano pro Derechos Humanos, cuyo presidente es Benjamín Laureano Luna. Este organismo hizo pública su "denuncia de un feroz cacicazgo" en Chihuahua. Afirmó que "los campesinos son objeto de persecuciones sin piedad,son asesinados, despojados de sus tierras,colgados de los árboles con nudos no corredizos -a modo de que el sujeto sólo sufra torturas-, y víctimas de una serie de desmanes que indudablemente han traído un ambiente de tensión en contra de las autorides locales".


El Frente recordó que el año pasado un grupo de campesinos dio cuenta de que Francisco Ibarra, ganadero apoyado por la empresa "Bosques de Chihuahua" había desalojado de sus  casas a varias familias y dejado huérfanos a muchos niños. A los Indios de raza pima que poblaban la comunidad El Refugio "se les torturó colgándolos del cuello a los árboles, con nudos no corredizos, para no ahorcarlos. Luego, al ser bajados, se les hizo caminar a marcha forzada desde El Refugio hasta la población de Madera, para ser acusados de diversos delitos, habiendo tenido el presidente municipal, Ernesto Castellanos,necesidad de obtener dinero del pueblo para curar a estos infelices indígenas, a quienes inclusive la tropa les echaba  encima los caballos para pisotearles los pies.


"En esta forma -añadió el FMPDH- se trata habitualmente a los Tarahumaras. De hecho se hizo responsable al Tte. Corl. Martínez Noriega, de la policía judicial del Estado, sin que hubiese sido castigado por su conducta criminal". Una mujer denunció que el 15 de mayo los latifundistas de la familia Ibarra asaltaron el rancho Arroyo Amplio, secuestraron a su hijo y a otros campesinos, los llevaron a un campo de aterrizaje y ahí los torturaron.


Cuatro días después los Ibarra allanaron la casa de la denunciante."A mi nieto de once años de edad -relató la mujer- lo trataron brutalmente; en mi presencia le pusieron un cabestro al cuello; uno al que le decían Chávez lo paseó en la espalda, colgado del cuello. Lo llevaron a un árbol grande ya casi sin respiración. Allí le hizo preguntas uno al que le decían Tte. Ponce. El niño contestaba que no sabía lo que le preguntaban, entonces le daban bofetadas y le oprimían el estómago... Después me dijeron que no se les iba a escapar el presidente municipal..." 


RESPONSABILIDAD. El Partido Popular Socialista encontró en los sucesos de Ciudad Madera "una doble responsabilidad: la del gobernador y las autoridades locales, la de quienes equivocaron el camino para exigir el cumplimiento de los derechos que asisten a las masas rurales". Según el PPS, el Gobierno debe intervenir con decisión y fuerza para restablecer el orden en Chihuahua, que no consiste en la tranquilidad superficial y en la paz interior lograda a fuerza de represiones, sino en el respeto verdadero a la Carta Magna y al régimen jurídico en que vivimos..."



El PPS declaró que en todo Chihuahua hay demandad campesinas "sistemáticamente despreciadas" por los funcionarios públicos, y precisó que en la Sierra Madre miles de personas son hostilizadas por las autoridades y por la empresa "Bosques de Chihuahua" , "que tiene el control económico, social y político de la región".Advirtió que los problemas agrarios del país no deben ser tratados por las autoridades "con espíritu de facción y de casta", sino con apego a la ley.


El diputado Jesús Orta, en nombre de la Unión General de Obreros y Campesinos, negó que este organismo estuviera relacionado con los hechos de Ciudad Madera. Admitió que algunos de los guerrilleros muertos habían sido miembros de la UGOCM, pero dejaron de serlo a principios del año pasado. La UGOCM -dijo- acostumbra tratar sus asuntos por medios legales y apoya la política del presidente Díaz Ordaz.


Práxedes Giner Durán en Cd. Madera, Chihuahua.
INEPTO Y DESHONESTO. El diario "Voz de Chihuahua" publicó el día 27 una extensa nota en la que condena la política del gobernador Giner Durán. para fundamentar su juicio expuso algunas declaraciones del gobernador en las que éste afirma que lo ocurrido en Ciudad Madera "no tiene importancia". "Es como si ahorita estamos aquí reunidos y nos vamos a nuestra casa y no hay nada... Todo se redujo a una aventura de locos a las órdenes de un Pablo Gómez, a quien siempre señalé como envenenador  de jóvenes inexpertos". 


"Desde estas columnas -escribió por su parte el diario chihuahuense- formulamos un respetuoso llamado a la sensatez y responsabilidad de nuestro gobernador, a efecto de que se haga consciente de la grave responsabilidad que pesa sobre sus hombros y la que ha contraído con estas declaraciones, que de hecho lo incapacitan en todos los aspectos para continuar ostentando el alto cargo de jefe del ejecutivo federal del estado de Chihuahua"


LA TIERRA. La Unión General de Obreros  y Campesinos denunció en 1963, que en Chihuahua hay 8 millones de hectáreas en poder de 300 latifundistas, mientras 50 mil campesinos carecen de tierra. Entre los principales terratenientes mencionó al gobernador Giner Durán dueño de 30 mil hectáreas y prominente ganadero.


"Bosques de Chihuahua" que disfruta de una concesión del gobierno federal, posee 1,200,000 hectáreas de bosques. Entre sus dirigentes están en financiero Carlos Trouyet y otros prósperos alemanistas. Teófilo Borunda, ex gobernador del estado, es dueño de 200 mil hectáreas, lo mismo que el también ex gobenador Tomás Valles. Hilario Gabilondo posee medio millón de hectáreas en Chihuahua y en Sonora; Roberto Schneider, Emilio Pinoncelly, Macario Pérez y Antonio Guerrero explotan decenas de miles de hectáreas cada uno.


Los campesinos han perdido una batalla tras otra. Ahora se enfrentan a una evidente alianza del gobernador con los latifundistas, GIner Durán reconoció , en junio de este año, la existencia de 37 enormes latifundios, y declaró que no deben desaparecer porque con ello se perjudicarían la ganadería y el sistema económico del estado.


Solicitantes de tierra llegan a Chihuahua
RAZONES DE LA GUERRILLA. En su carta al presidente Díaz Ordaz, los legisladores chihuahuenses señalan algunas de las acciones de los guerrilleros de Arturo Gámiz: el 29 de febrero de 1964 destruyen un puente;el 5 de marzo del mismo año asesinaron al señor Florentino Ibarra; el 12 de abril siguiente incendiaron una casa y la estación de radio al servicio de la misma. El 15 de julio del año pasado atacaron por sorpresa a un grupo de agentes  de la policía del estado, en Dolores, Chih., quitándoles las armas, privándoles de su libertad por varios días y lesionando a dos de ellos. Durante el presente año atacaron a un pelotón de soldados del 52o. Batallón de Infantería, en la sierra de Madera (hirieron a tres soldados)..."


El periódico "Índice" de la ciudad de Chihuahua, reprodujo el 11 de septiembre una carta que Arturo Gámiz y Salomón Gaytán dirigieron al gobernador de Chihuahua y en la dicen:


"Nos hemos levantado en armas para hacer frente a cacicazgos como el de José Ibarra y Tomás Vega, que agobian al estado,una vez que agotamos los medios legales sin fruto alguno; una vez que nuestros esfuerzos de años fracasaron en virtud del apoyo incondicional que el gobierno del estado proporciona a los caciques que por décadas se han dedicado  impunemente a explotar como bestias a los campesinos, a humillarlos y asesinarlos, a quemarles sus ranchos, robarles su ganado y violar a sus mujeres.  


"Durante años, por las buenas estuvimos pidiendo justicia; pero usted, señor gobernador, nos despidió siempre con insultos; se puso de parte de los latifundistas y les dio fueros. Empuñamos las armas para hacer por nuestra propia mano la justicia que les niegan a los pobres.


Arturo Gámiz en un mitin campesino
"Hemos declarado varias veces que estamos dispuestos a dejar las armas a condición de que se someta al orden y a la ley a los caciques como Ibarra, y se repartan las tierras que mediante despojos y asesinatos  han acaparado. La respuesta suya ha sido enviar más de mil soldados a liquidarnos, y armar bandas de conocidos asesinos que nos persiguen con saña; en vez de justicia para la sierra, se ha impuesto un régimen de terror, de inspiración facista (sic). Conste, pues, que usted es el responsable de todo lo que ha ocurrido y ocurra. Usted es el responsable de que haya empezado a derramarse sangre. 



"La misión del ejército es la de proteger las instituciones emanadas de la Revolución -que nadie amenaza, por cierto, a menos que los caciques fueran instituciones oficiales-, y no la de actuar como mercenarios al servicio de los peores caciques. Sin embargo, algunos jefes y oficiales están recibiendo dinero de esos caciques, que utilizan el ejército como instrumento de sus turbios intereses; están tomándose facultades que no les corresponden; proceden al margen de la constitución y de las propias ordenanzas militares; atropellan al pueblo indefenso; comercian con la vida de sus soldados y los están empujando a cometer fechorías que los desprestigian y les acarrean el odio del pueblo, y los están exponiendo a choques en los que necesariamente sufren muchas bajas.


"Hemos dicho y lo repetimos: no queremos matar soldados; nada tenemos contra ellos siempre y cuando respeten a las familias. Los consideramos hermanos de clase pobre y explotados, que están en el servicio únicamente  por necesidad, teniendo que soportar el despotismo y los abusos de sus superiores. Nuestra lucha no va dirigida contra el ejército, sino contra los caciques. Pero los saldados enviados en nuestra persecución en vez de buscarnos se dedican a cometer desmanes contra los rancheros indefensos: matan el ganado, queman sus casas y sus huertas, molestan a sus mujeres, torturan a los rancheros, sobre todo a los niños. Ante esta situación nos hemos visto obligados a hacerles frente y castigarlos por sus fechorías; y en tanto sigan molestando a las familias y sigan protegiendo caciques asesinos seguirán expuestos a nuestras balas.


"Lamentamos las bajas sufridas por el ejército, pero de ello es usted el único responsable. Le hemos dicho anteriormente que nos gustaría verlo acá, en la sierra, al frente de sus tropas, para que se convenza de un par de cosas: es fácil mandar soldados a la muerte; es fácil mandar insultos a las maestras y a los estudiantes ahí en su oficina, valiéndose del cargo que tiene. Lo difícil es empuñar un arma, introducirse en la sierra y hacernos frente.


"Usted, con sus torpezas y sus caprichos, ha agravado todos los males del estado. Le hemos pedido que reconozca su incapacidad y renuncie y salga del estado que tan mal ha servido. Se lo repetimos ahora:    renuncie y váyase del estado o lo sacaremos por la fuerza, cueste lo que cueste y corra la sangre que corra."