lunes, 27 de julio de 2015

Militarización: Una historia de frontera para una Oaxaca sitiada.

Por Julíán Contreras Alvarez

Hermanos y hermanas de Oaxaca, En días pasados hemos visto como en cuestión de horas sus calles han sido tomas por asalto por más de 20 mil efectivos federales, militares y marinos. Un despliegue de fuerza que no vemos contra los criminales que el Estado mexicano dice combatir, aunque para esto haya desaparecido cualquier rastro de un Estado de Derecho, manteniéndonos en un Estado de Excepción Permanente con una lógica militarista que ha invadido cada rincón de nuestras vidas.

La sola idea de que hayan llegado con la intención de quedarse por algunos años, es la que me mueve a tratar de evidenciar lo que representa vivir bajo la brutal  militarización de nuestras calles y espacios y la necesidad de luchar para evitar que se normalicen las ejecuciones y los crímenes que llegan de la mano con el supuesto combate al crimen. En ese ánimo, va esta historia de vida.

La madrugada del 11 de noviembre de 2010, un grupo de aproximadamente 30 policías federales irrumpieron en el domicilio del entonces estudiante universitario Xavier Ordoñez Neyra, quien cursaba el tercer semestre de Mecatrónica, domicilio ubicado en calle Benito Álvarez #22 del poblado de San Isidro en el Valle de Juárez.

A esta familia, tras los hechos, no le quedaría otra que huir y refugiarse en las instalaciones de un canal de TV de Ciudad Juárez, hasta ahí acudimos miembros del entonces Frente Plural Ciudadano (en lucha contra la militarización de la ciudad). Después de conversar y plantear la importancia de dar a conocer lo que sucedía en el Valle de Juárez, esta familia denunciaría públicamente su historia de horror y terror. 

Alrededor de las 2:00 a.m. de la fecha en cuestión, irrumpió violentamente en su domicilio y sin orden de cateo un comando de Policías Federales. El estudiante universitario Xavier Ordoñez al abrir la puerta de su cuarto fue golpeado por un federal en el pecho con la culeta de su arma; en ese momento, el federal lo tomó de la camisa y lo arrojó al suelo para posteriormente patearlo. Los federales también romperían a patadas la puerta del cuarto de su hermano menor (14 años), ante esto, Xavier  intentaría pararse para defenderlo, pero los federales lo volvieron a someter a golpes.

El Padre de Xavier también fue sacado de su habitación a golpes junto con su primo político, Daniel Ángel Vázquez Montecinos. El que daba las órdenes al resto de los federales le preguntó al papá de Xavier si se llamaba Arnoldo. A lo que este respondió que sí. El mando dio la orden de encapucharlos y ponerles las manos en la nuca pasándolos al patio, semidesnudos y descalzos. En el caso de don Arnoldo con el rostro cubierto con su propia camisa. En otro de los cuartos un grupo de federales retuvieron a la madre de Xavier junto con una de sus hijas de 10 años y el hermano de 14 años.

A Xavier y a su padre los pusieron en medio del patio con las manos en la nuca y con la cabeza agachada. La razón era para que, según el mando de los federales, otra persona los pudiera identificar (Lo extraño fue que alrededor no se veía otra persona que no fueran federales,  nos platicaría la familia). El mando pregunto: ¿Es él? (echándole las luz en el rostro a Xavier) A lo que una voz entre los federales respondió –¡No!, volvió a preguntar lo mismo pero señalando a Don Arnoldo, de la misma forma. La misma voz respondió titubeando un siseo para terminar con un ¡No! En eso el mando de los federales dio la orden: ¡Bájenme al otro cabrón! Los federales sacaron a culetazos al primo de Xavier, Daniel Angel Vázquez Montecinos. Ya en el patio, al echarle la luz en el rostro, el mando volvió a preguntar lo mismo y la misma voz respondió con titubeo un nuevo siseo para terminar con un ¡No! a lo que el mando respondió categórico: ¡Sí!, ¡Sí es él!, y a lo que los federales respondieron llevándose a Daniel a unos 10 mts. de donde estaban, donde Xavier puedo ver que los federales empezaron a torturarlo con la llamas de un soplete sobre su espalda descubierta. Daniel empezó a gritar y a patalear. Mientras esto pasaba los federales cuestionaban a Xavier y a su padre de que si no decían donde estaban las armas, los siguientes serían ellos. A lo que Don Arnoldo respondió: ¡Aunque me hagan eso yo no puedo decirles lo que ustedes quieren oír!

A Daniel lo seguían torturando, hasta que gritó ¡Ya estuvo les voy a decir en dónde están las armas! y Daniel llevó a los federales a dar la vuelta a la casa, y al terminar la vuelta este les dijo: Ya ven no hay nada. El federal que lo llevaba le respondió: ¿Qué no dijiste que ahí estaban las armas?, ¡para que se te quite te va a tocar doble!

Otro federal, al ver a Daniel un poco retirado de los federales, les dijo a los otros ¡que no se les pele el Gordo (Daniel) porque si no lo cueteo! ¡Nada más no hagan ninguna tontería, porque si matan a uno, tendremos que matar a todos! Al final se lo llevaron hacia fuera de la propiedad y se oyeron vehículos arrancar.

Paso un rato, hasta que uno de los federales, que no era el anterior mando, dio la orden: ¡Métame esos dos! Ya en la cocina Xavier y su papá fueron sentados con la cabeza baja, Don Arnoldo seguía con el rostro tapado con su misma playera. Uno de los federales le dijo a Xavier: No te preocupes no te van a hacer nada. Ahí permanecieron mientras alcanzaban a escuchar que a su mamá la interrogaban de esta forma: ¿Quién es esta niña hermosa que está en la foto? A lo que la madre respondió que era su hermana (de 8 años en la imagen).

En ese momento la mamá pidió ir al baño a lo que el federal cuestionó que si el podía estar presente mientra ella estaba en el baño. A lo que la madre respondió que ella no le estaba faltando al respeto, como para que él se lo faltara a ella.

A Xavier y a su papá los llevaron a la sala donde permanecieron aproximadamente una media hora, los federales se comunicaban con claves, hasta que un federal le dijo al otro sin clave que ya habían llegado y que en otra casa habían encontrado armas.

Después de un rato entraron los federales con Daniel visiblemente golpeado e hinchado. El mando preguntó a los federales que se quedaron en la casa: ¿Dónde están los otros? A lo que los federales respondieron que en la sala. Este mando le dijo a Daniel: ¡Súbete! ( a una habitación en la planta de arriba).

Un grupo de cinco federales separaron a la mamá de Xavier de sus hermanos menores y la mandaron al cuarto donde estaba Daniel. Ya en el cuarto otro federal le dijo a la mamá de Xavier: La tengo que revisar para ver si no tiene armas. El federal la manoseo morbosamente mientras supuestamente la revisaba.

Ya con Daniel en el cuarto, este le dijo a la señora: No se haga, usted sabe donde están las armas. La mamá respondió: ¿de qué me está hablando Daniel? Uno de los federales dijo: ¡Ya ve señora, usted sabe cómo está el rollo, no me quiera ver la cara de pendejo! La mamá le respondió a Daniel: ¿por qué me hace esto Daniel? usted sabe que esto no es cierto, ¡yo no expondría a mi familia de esa forma! No tenga miedo de decir la verdad, no porque lo hayan torturado, sabe bien que si ellos quieren parar paran, si no, no!

Uno de los mandos dijo a los federales señalando a Daniel, Ya súbanlo!

En eso bajo uno de los federales de arriba y le dijo a otro de los que estaban en la sala cuidando a Xavier y a su papá: ¿Dónde están las esposas? ¡que se me hace que me voy a llevar a la señora! El otro federal le respondió: ¡No traigo! En eso el mando habló con la mamá de Xavier y le dijo que si ellos denunciaban esto que acababa de pasar en su casa, iba a regrezar por Xavier, su hijo, y por ella, y que del hoyo donde los iba a enterrar nadie los iba a sacar. En eso se retiraron los federales llevándose a Daniel Angel Vazquez Montecinos.  Esa misma mañana la casa de la pareja de Daniel sería incendiada.

Esta familia del Valle de Juárez, conocida en su pueblo por ser gente de bien, terminaría por huir a la vecina ciudad de El Paso, Tx., no sin antes atreverse a denunciar públicamente la barbarie con la que operarón las policías militarizadas del Estado Mexicano, durante el periodo más putrefacto de la militarización de nuestra ciudad, en el contexto de la mentirosa “guerra contra el narco” que mantiene a nuestro país bañado en sangre, con una cifra, que ha decir de algunos expertos, supera los 150 mil ejecutados de manera extrajudicial, pero que a decir de un viejo amigo del Valle: nomás esperémonos a  que se habrán todas las fosas que están a las afueras de nuestras ciudades y pueblos, para hacer bien las cuentas.

La población de los 2 municipios (Guadalupe D.B. y Praxedis G. Guerrero) que integran el Valle de Juárez, se reduciría a menos de un 50% al terminar la gestión del carnicero Felipe Calderón. Una cuarta parte de la población había sido ejecuada y la otra cuarta parte desplazada. Actualmente se construye un nuevo Puente Internacional que conectará al Valle de Juárez con Tornillo, Tx.,  Las tierras están siendo acaparadas por terratenientes. Hoy sabemos que hay grandes proyectos mineros e incluso de Fracking  en esta zona tan codiciada por su posición estratégica para los tráficos legales e ilegales, pero también por sus recursos naturales. Esta ha sido la historia de las tierras que se despojaron con el pretexto de la mentirosa guerra “contra el narco”, o su versión actualizada “contra el crimen” o en su versión internacional “contra el terrorismo”.

La aplicación de las llamadas reformas estructurales tiene su columna vertebral en la política perversa de militarización del país, bajo el pretexto de una mentirosa guerra (posteriormente denominada simplemente “combate”) . Esta militarización opera en diversas formas e intensidad de acuerdo a las condiciones de cada región, estado o ciudad y según los objetivos a alcanzar. Las luchas políticas se ven mermadas por el miedo paralizante de las metralletas apuntándonos en las calles, pero más aún por la amenaza constante desde hace 8 años de ser abatido en horas de oscuridad. Echar atrás las reformas estructurales  pasa por la necesidad de que el movimiento social en nuestro país, logre la unidad sin concesiones de ningun tipo en torno a las demandas contenidas en el punto 1 de la mesa 2 del Pacto Ciudadano suscrito el 10 de Junio del 2011 en Ciudad Juárez:

Exigimos el fin inmediato de la estrategia de guerra, la desmilitarización de la policía y el regreso del ejercito a los cuarteles y el retiro del fuero militar.

¡Oaxaca no es Cuartel, fuera ejército de él!

lunes, 20 de julio de 2015

¡ALTO A LA REPRESIÓN A LAS AUTODEFENSAS Y COMUNITARIOS DE MICHOACÁN!

Pronunciamiento de la Coordinadora de Simpatizantes de la Cuarta Internacional

El comandante de la policía comuntaria de Ostula, Semeí Verdía
■ Foto Cuartoscuro

En la mañana de este domingo, 19 de julio de 2015, un vehículo del Ejército Mexicano impactó el puesto de vigilancia que mantiene la policía comunitaria de Santa María Ostula en los parajes de Xayakalan, municipio de Aquila, en la costa michoacana. Al mismo tiempo, otro grupo de militares detuvo sin orden de aprehensión, en el poblado de La Placita, al comandante de la Policía Comunitaria de Ostula y coordinador general de las Autodefensas de los municipios de Aquila, Coahuayana y Chinicuila, Semeí Verdía Zepeda, ignorándose su paradero. Una hora más tarde, intentaron detener también a miembros del Comisariado de Bienes Comunales de Ostula.

Los medios de comunicación independientes mencionan que antes tales hechos, los pobladores de Ostula retuvieron a un grupo de militares como forma de presionar por la liberación de su líder y bloquearon la carretera Lázaro Cárdenas-Colima a manera de protesta. Al acudir al lugar, el Ejército disparó a los manifestantes con el resultado de varias personas heridas y por lo menos un muerto, entre ellos mujeres y niños.

Desde 2009, la comunidad indígena de Ostula, sufre el asesinato de 32 comuneros y 6 desapariciones forzadas.

El Estado mexicano muestra una vez más su lado asesino, ensañándose con la población que de manera organizada desafía su control. Las autodefensas y policías comunitarias de la costa nahua de Michoacán han tomado las armas movidos por la necesidad urgente de sobrevivir ante la amenaza constante que representaba el cártel de los Caballeros Templarios, protegidos por la policía y el ejército mexicano. Para el Estado representan una afrenta al monopolio del uso de la fuerza que se adjudica, para el narco y los grandes capitalistas del sector minero y turístico, son un obstáculo para sus sed de ganancias por medio de la explotación de los bienes comunes naturales tan ricos en esa región.

Nos solidarizamos con la población, las autodefensas y comunitarios de los municipios de Chinicuila, Coahuayana y Aquila y exigimos al gobierno mexicano en sus tres niveles el cese a la represión y la liberación inmediata del comandante Semeí Verdía.


¡Alto a la militarización del país!
¡Cese la represión al pueblo organizado!
¡Liberen a Semeí Verdía!



Colima, Colima a 19 de julio de 2015

Coordinadora de Simpatizantes de la Cuarta Internacional
Colima Anticapitalista
Liga Socialista Revolucionaria
Militantes de la Cuarta en la Ciudad de México
Movimiento de Unidad Socialista


sábado, 18 de julio de 2015

Pronunciamiento por los incidentes de seguridad de Julián Contreras y Antonio Muñoz

Ciudad Juárez, Chihuahua, 18 de julio de 2015


Julián y Antonio al centro,el mismo día que se levantó la huelga de hambre de la rectoría, al finalizar la 12a. Acción global por Ayotzinapa.
Julián y Antonio al centro al finalizar la 12a. Acción Global por Ayotzinapa,
el mismo día que se levantó la huelga de hambre de la rectoría de la UACJ.

A las personas y organizaciones solidarias:

Compañerxs, queremos dar  aviso de dos incidentes graves de seguridad ocurridos el día de ayer viernes 17.

El primero de ellos ocurrió a las 11 de la mañana, cuando al camarada Julián Conteras Álvarez lo visitaron en su casa, en Ciudad Juárez, dos supuestos ministeriales quienes lo interrogaron, bajo el pretexto de una denuncia hecha por una estudiante de la UACJ, la cual nunca le mostraron. Sólo verbalmente le dijeron que se trataba de hostigamiento por parte de él y de nosostrxs como grupo, al amenazar a universitarios de votar por MORENA, supuestamente porque de lo contrario les quitaríamos la becas socioeconómica de la universidad; además lo identificaron como “el líder de La Liga Socialista”, preguntándole acerca de si nos reuníamos en la Biblioteca Carlos Montemayor (ubicada en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la misma universidad). Hicieron mención también de la huelga de hambre de Antonio Muñoz Quintana (acaecida del 21 al 26 de mayo pasado) y de los trabajadores de EATON (refiriéndose a los que se plantaron en junio pasado en las afueras de la empresa), vinculando todo esto como una extensión de las mismas presiones que supuestamente hacemos. (Anexo#1.Denuncia pública de Julián Contreras).

El segundo hecho, involucra al mismo compañero que los ministeriales mencionaron. Alrededor de las 2.30 pm en el Centro de Salud, ubicado en el Porvenir, Camargo, al sureste del estado, donde realiza su servicio social como pasante de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez nuestro compañero Antonio Muñoz, sicarios disparaban contra dos automóviles, para luego llevarse a un sujeto y dejar a otro herido. Cuando Antonio daba asistencia médica al segundo de ellos, una patrulla de la policía municipal de Camargo intento arrestarlo. Al instante empezaron a llegar habitantes del lugar, por lo que los agentes desistieron de su detención y a duras penas fueron detrás de los sicarios. Después, éstos últimos regresaron por el mismo camino disparando al edificio. En ese momento nuestro compañero buscó refugio y después se comunicó con Derechos Humanos y con nosotrxs. Al lugar arribaron elementos del ejército y de la policía municipal, así como una ambulancia. (Anexo#2. Crónica de Antonio Muñoz)

Nos parecen preocupantes ambos hechos, ya que la situación actual de México está marcada definitivamente por un estado necropolítico, es decir, por un aparato estatal que sirve para administrar la muerte de la población, y por ende controlarla. Alentado por una política neoliberal que persigue la explotación más aguda de la naturaleza (recursos naturales), de mujeres y hombres, ésta favorece a una guerra de baja intensidad. La “guerra contra el narco” impulsada en el transfondo por el imperialismo estadounidense, ha transformado al aparato estatal en un ala represora militarizada al servicio de sus intereses. Tanto fuerzas armadas como leyes e instituciones han cambiado bajo el mito de la amenaza contra el terrorismo o el crimen. Las leyes de excepción, leyes balas, leyes contra el terrorismo, etc., son parte de esta estructura bélica contra la población y los luchadores sociales. En este marco sabemos que las campañas de difamación, persecución y represión se encuadran en la criminalización de los movimientos sociales; llevada a nivel legal e ilegal, ya sean ejecutadas por las fuerzas armadas y los paramilitares o sicarios bajo la más profunda impunidad.

Julián Contreras ha participado activamente dentro del movimiento contra la militarización, la guerra, la violencia, la defensa de la educación pública, la lucha contra los feminicidios y la desaparición de mujeres, en el #YoSoy132, con el movimiento por la Paz, con Justica y Dignidad, entre otras luchas; ha denunciado decenas de casos de violencia, como el caso de los normalistas de la normal rural de Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos. El camarada actualmente es estudiante de la maestría en Estudios Literarios de la UACJ y militante socialista desde hace más de ocho años. Los supuestos cargos son una difamación evidente, prejuiciada y sin fundamentos.

Antonio Muñoz Quintana es pasante de medicina en la UACJ y defensor de los derechos de los y las trabajadores de la salud, asimismo compañero del movimiento social contra la militarización y la violencia. Hace apenas en mayo inicio una huelga de hambre en las afueras de la rectoría de la universidad autónoma, demandando su reubicación de servicio social en la plaza que se le asigno por no corresponder el número de población con el número de pasantes necesarios y precisamente para visibilizar la violencia de los sicarios hacia prestadores de servicio social.

Demandamos un posicionamiento del rector de la UACJ Ricardo Duarte de los hechos ocurridos en Camargo, ya que el compromiso adquirido el día 26 de mayo, como condición para levantar la huelga de hambre, era la elaboración de un protocolo de seguridad para que estas situaciones se resolvieran.

Demandamos el cese de la persecución a Julián y a nuestro grupo socialista.

Hacemos responsables a Ricardo Duarte y a su hermano, el gobernador del estado, César Duarte, por lo que pueda pasarle a Julián Contreras y a Antonio Muñoz, miembros de la comunidad universitaria de la UACJ, compañeros y luchadores sociales.

Les pedimos la difusión de esta denuncia, en todos los espacios posibles y la visibilidad de la grave situación de violencia que aún subsiste en Chihuahua, derivado de la falsa guerra contra el narcotráfico, que en realidad es la militarización del territorio para el despojo de las tierras y de los derechos sociales. Invitamos a suscribir este pronunciamiento.

¡Alto a las agresiones!
¡Alto a la criminalización de los movimientos sociales!

Liga Socialista Revolucionaria


Anexo#1
INCIDENTE DE SEGURIDAD. DENUNCIA PÚBLICA
Amigxs,
EL día de ayer, a eso de las 11:20 de la mañana, dos sujetos abordo de una troka gris, llegaron preguntando en mi domicilio por mi persona, al salir de la casa les dije que yo era la persona que buscaban. Ellos me hicieron dos preguntas referentes a mis actividades políticas en la UACJ, Les pregunte que aque venían las preguntas y me dijeron que tenía una denuncia anónima en contra mía de parte de "una alumna de la Universidad" (Si era anónima por que me dieron ese dato). En esta supuesta denuncia de la cual no se me quiso dar una copia, ni se me entrego notificación alguna, el agente me explico que s me acusaba de estar "amenazando a los estudiantes de la UACJ para que votaran por el partido MORENA" (supongo que en las asadas elecciones), las amenazas iban en el sentido de retirarles las becas socioeconómicas que la Universidad otorga a algunos estudiantes, acusación totalmente falsa. Así mismo los agentes, que nunca se identificaron como tales, me comentaron que la denuncia abarcaba esta operación encabezando como "líder" de una organización que se reunía para operar desde la Biblioteca Carlos Montemayor (en a UACJ) y que de igual manera estaba detrás de la Huelga de Hambre que semanas atrás realizó el pasante de Medicina Antonio Muñoz y de un plantón de trabajadores de la Maquila AETON. Acusaciones además de falsas, ridículas.
Los agentes se retiraron sin más, y yo me dirigía asesorarme jurídicamente, presenté una denuncia en la Comisión Estatal de derechos Humanos, dado que el procedimiento de los agentes fue totalmente irregular que que ni se identificaron, ni me pidieron que me identificara, dieron por hecho que era yo sin más, asi mismo no me entregaron notificación alguna (el abogado me comentó que resultaba muy sospechoso eso de una denuncia anónima cuando la fiscalía no le da ni trámite a las denuncias directas).
De igual manera, tramité un amparo que espero se me otorgue en breve para poder presentarme personalmente a solicitar se me entregue una copia de esta supuesta denuncia anónima.
Por el contexto en el que nos encontramos en la ciudad, por mi activismo político dentro y fuera de la Universidad, y las acusaciones absudas y fuera de las formas adecuadas para notificarme algún tipo de denuncia de haber tal, es que este evento lo considero como una amenaza velada hacia mi persona y las personas con las que realizó mis actividades políticas. Esto es una intimidación que ubico desde el aparato del Estado, y como tal lo denuncio,
Anexo la denuncia que presenté en la CEDH y el amparo que solicité.
De antemano agradezco su atención y estamos al pendiente.







Anexo#2
Para relatarles los hechos ocurridos el día de hoy, 17/07/15.
Aproximadamente a las 2 PM, dos vehículos fueron atacados a balazos a las afueras del Centro de Salud en el que laboro, en El Provenir Camargo Chihuahua, en donde al parecer fueron atacados varias personas. En ese momento al ver los hechos que ocurrían a aproximadamente a dos metro de distancia de mi consultorio me arroje al piso. Segundos después, al escuchar que habían cesado los disparos, salgo y veo que los atacantes huyen en una camioneta tipo suburban de color dorado, había un herido tirado en el piso. Me aproximo a ver al herido y en ese ese mismo momento arriba una unidad de la policía municipal, yo les digo que no se detengan aquí y vallan en persecución de los atacantes, e intento grabar el dialogo, pero estos responden agrediéndome e intentando subirme a la patrulla, me resisto y al llegar otros pobladores estos deciden ir tras los agresores. Unos 30 segundos después cuando me disponía a ingresar al herido al Centro de Salud, veo que regresa la camioneta de los atacantes sacando las armas y disparando. En ese momento yo suelto al herido y huyo a esconderme a casa de unas vecinas. Mi primera idea fue que regresaban a rematar al herido, pero curiosamente no le hicieron nada. Estos partieron segundos después. A los 15 minutos llegó el ejército y nuevamente la policía municipal. Yo me resistí a regresar al lugar de los hechos a atender al herido. Las fuerzas del estado estuvieron al rededor de 30 min en el lugar, luego la ambulancia llegó y se llevó al herido. Para ese momento yo ya me había comunicado con la CEDH y esperaba que enviaran un operativo de la comisión de atención a víctimas para recogerme, pero me informaron que no sabían cuánto tiempo tardarían en llegar. En ese momento comenzaron a circular en el pueblo varios vehículos sospechosos, desconocidos por los pobladores, con vidrios polarizados, sin placas, y con varios ocupantes. Yo desde la vivienda que me encontraba vi que se detuvieron en el centro de salud y descendieron de los vehículos. Ahí yo decidí no esperar a que estos personas sospechosas fueran a buscarme dentro de las viviendas, así que me fui corriendo por el monte. Marque a un compañero médico de otra ciudad cercana para pedirle que me recogiera kilómetros más adelante a la orilla de la carretera. Este me llevó a una ciudad cercana. Ahí compañerxs me comentaron que integrantes de la organización El Barzón ofrecían apoyo para mi traslado a Cd Juárez. Yo acepté.
Hasta este momento esa es la historia. Mis conclusiones son que debido a mí actividad como activista social y de denuncia del Estado Mexicano cómplice de los criminales, estos asesinos iban por mí y que montaron una escena para así decir que mi muerte sería un hecho circunstancial. El ya gastado “pobre, estaba en un mal lugar y en mal momento, pero investigaremos y daremos con los culpables” jajaja.
Cabe decir que en esa comunidad, en más de 30 años nunca se había presentado un hecho de este tipo. Los sicarios regresaron y no le hicieron nada al herido. La policía intento levantarme. Después estos conocían las características en el vehículo en el que huyeron los asesinos, se los encontraron de frente, y no les hicieron nada, permitiendo que regresaran al Centro de Salud.
Culpo al Estado Mexicano de un posible asesinato de mi persona.